Con ella suman ya 6 crímenes de odio en lo que va del año en ese país

Buenos Aires, Argentina.- La ONG Agencia PRESENTES, denuncia que la activista trans Jade Camila Díaz fue encontrada muerta el sábado 9 de noviembre flotando debajo de un puente del río Torola, en el departamento de Morazán, al noreste de El Salvador, según el informe que sobre el particular realizó la Policía.
La organización condena que con este asesinato, ya se contabilizan al menos seis crímenes de odio a mujeres trans en lo que va del año. Dos de ellos, el de Jade y el de Anahí Miranda, se perpetraron en las últimas dos semanas.
Informa que Jade, de 27 años de edad, era una activista comunitaria. Integró parte de la Asociación Manos en Acción, una organización del departamento de Morazán, nacida para fortalecer a la población LGBTI sobre sus derechos. La asociación forma parte de la mesa permanente junto a instituciones del Estado en Morazán.
Jade fue reportada como desaparecida el jueves 7 del actual a las 18 horas en la zona rural de Lolotiquillo, donde vivía. De acuerdo con el reporte policial, una mujer que no se identificó reportó a la unidad de emergencias del 911, el hallazgo de un cuerpo en el afluente, por lo que los oficiales se dirigieron a la zona y localizaron el cadáver.
“El cuerpo tenía una soga en la cintura con una piedra”, dijo a la ONG Agencia PRESENTES un agente policial de Morazán, y no quiso agregar más detalles. El cuerpo fue encontrado entre el límite de los municipios de Osicala y Meanguera.
La fiscalía informó sobre el hallazgo del cuerpo de Jade, pero sin dar mayores detalles.
El crimen de Díaz ha causado preocupación entre la población trans de la zona oriental del país, ya que en octubre una adolescente trans fue acuchillada en las calles del departamento de San Miguel.
“La violencia transfóbica se ha desatado y eso nos hace sentir vulnerables”, dijo Tatiana Molina, defensora de derechos humanos LGBTI y amiga de Jade.
El 11 de noviembre, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) expresó «su repudio y profunda consternación» ante el asesinato. «Jade, junto a la organización COMCAVIS Trans, defendía incansablemente los derechos de las personas LGBTI y recientemente participó en las consultas para la construcción del capítulo nacional del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS) de El Salvador», informó esa agencia.
La ACNUR además hizo un llamado a las autoridades pidiendo «hacer las investigaciones necesarias y evitar que presuntos crímenes de odio queden en la impunidad. Esto, según los compromisos presentados por el gobierno salvadoreño durante la reciente reunión del MIRPS en México, y en línea con los compromisos asumidos en la Declaración de la Ciudad de México adoptada una semana atrás.
Cabe señalar que Jade trabajó en restaurantes del departamento de Morazán, atendiendo clientes, pero desde que realizó su transición hormonal femenina hace dos años no logró emplearse más. Sin más opciones de empleo, tuvo que ejercer el trabajo sexual en las calles de San Miguel.
“Me dijo que cuando trabajaba con apariencia de chico gay no tenía ningún problema, pero cuando hizo su transición a mujer trans fue rechazada en los trabajos. Se quejaba que le ponían excusas y no la quisieron contratar más”, dijo Tatiana.
Jade sentía temor de salir a las calles después del ataque cometido en contra de una adolescente trans ocurrido en la misma avenida en donde trabajaba en el departamento de San Miguel.
La Asociación Solidaria para Impulsar el Desarrollo Humano (ASPIDH) Arcoiris Trans denunció “la ola de violencia y asesinatos cometidos a nuestras compañeras trans en El Salvador”, expresó la organización en sus redes sociales.
La organización Comunicando y Capacitando a Mujeres Trans (COMCAVIS TRANS) demandó al Estado realizar “una investigación inmediata y diligente de los hechos y que emprenda medidas urgentes que garanticen la protección de personas LGBTI”.
Nayib Bukele, que asumió su mandato como presidente de El Salvador, el 1 de junio, suprimió a pocas horas de iniciar su período cinco Secretarías de Estado, entre ellas la de Inclusión Social, creada en 2009 por el entonces partido de izquierda Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Su trabajo estaba centrado en avanzar en materia de derechos y desarrollo de personas LGBTI.