EN CONDICIONES DEPLORABLES, MILES ESPERAN SER ASILADOS EN GRECIA

La ACNUR interviene para evitar complicaciones como la muerte de una mujer y varios motines

Nueva York, EEUU.- La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), informó que la llegada, en septiembre, de más de 10.000 personas a las islas griegas del Egeo empeoró las condiciones de por sí precarias de los centros de recepción de migrantes de Lesbos, Samos y Kos, que ahora acogen a unos 30.000 solicitantes de asilo.

Agregó que desde 2016, no se registraba una cifra tan alta de arribos por mar a ese archipiélago y detalló que la mayor parte de los migrantes son familias sirias y afganas.

La portavoz de ACNUR en Ginebra, Liz Throssell, indicó en una conferencia de prensa que la cantidad de personas que se encuentran en el centro de Lesbos, 12.600, quintuplica la capacidad de albergue de la instalación, provocando tensión y situaciones peligrosas.

Citó como ejemplo un incendio ocurrido el domingo pasado en un contenedor que servía de habitación y que dejó muerta a una mujer. “La frustración causó un motín de los solicitantes de asilo que acabó en enfrentamientos con la policía”, explicó.

En ese centro de Lesbos, hasta 100 personas deben compartir un inodoro, detalló.

En el caso de Samos, hay 5500 personas alojadas en un lugar diseñado para acoger a la octava parte de ellos. La mayoría duermen en tiendas de campaña y su acceso a letrinas, agua limpia o cuidados médicos es muy escaso.

Las condiciones también son deplorables en Kos, donde 3000 personas están viviendo en un espacio suficiente para 700.

Es inhumano mantener a la gente en las islas en estas condiciones inadecuadas e inseguras. Se debe poner fin a esta situación”, dijo la portavoz.

El Gobierno de Grecia declaró prioritaria la protección de los menores no acompañados y la reducción de la tensión en los centros de recepción, además de haber anunciado –ayer- medidas para agilizar el proceso de asilo y gestionar los flujos de los solicitantes hacia el continente.

ACNUR tomó nota de estas provisiones, pero advirtió que hace falta una acción inmediata.

“Urgimos a las autoridades griegas a acelerar el plan de transferir a más de 5000 solicitantes que ya han sido autorizados para continuar con el proceso de asilo en el continente. Además, hacen falta nuevas instalaciones para evitar que las tensiones observadas en las islas se repliquen en el continente, donde la mayor parte de los centros operan ya a toda su capacidad”, apuntó Thrussell.

 Agregó que, a petición del Gobierno griego, ACNUR asistirá en la trasferencia de personas al continente en octubre.

Thrussell subrayó que se requieren soluciones de largo plazo, como el apoyo a los refugiados para que sean autosuficientes y se integren a la sociedad griega.

En este contexto, ACNUR destacó el sufrimiento de los más de 4400 menores que han viajado solos, mencionando que apenas uno de cada cuatro vive en un albergue adecuado para su edad.

El organismo cifra en 500 los niños alojados con adultos desconocidos en Lesbos, mientras que en Samos más de diez niñas no acompañadas se turnan para dormir en un contenedor pequeño y otros niños son forzados a dormir en los techos de los contenedores.

“Dado el alto riesgo y las condiciones que podrían propiciar que se abusara de los niños que viajaron solos, ACNUR llama a los Estados europeos a abrir lugares para su reubicación y a acelerar la trasferencia de los que puedan reunirse con algún miembro de su familia”, señaló Thrussell.

Grecia ha recibido este año a la mayoría de los migrantes que cruzan el Mediterráneo: 45.600 de 77.400, una cifra que supera a España, Italia, Malta y Chipre juntos.

El aumento del número de llegadas ha significado también un incremento en la cantidad de muertes de personas que intentan llegar a Europa por las tres rutas migratorias del Mediterráneo.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, en lo que va de 2019 se han confirmado 994 decesos, un dato que no incluye aún el reporte de una embarcación que habría salido de Marruecos el fin de semana pasada con unas 40 personas a bordo.

La OIM estima que al menos 15.000 han muerto al tratar de cruzar el Mediterráneo en los últimos seis años.

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