GOBIERNO DE TAMAULIPAS CORRIÓ A 3,500 EMPLEADOS DE SALUD Y PRIVATIZÓ EL SECTOR

Así lo denunció en tribuna el diputado Ramos Ordóñez

Ciudad Victoria, Tamps.- Desde la tribuna del Congreso del Estado, el Diputado Local Rigoberto Ramos Ordóñez, aseguró que en Tamaulipas, “la falta de compromiso de la presente administración estatal con la salud pública, quedó demostrada prácticamente desde su inicio hace 4 años ya”.

Recordó que cuando la presente administración estatal llegó al poder, todo criticó, “se hablaba de la pésima gestión gubernamental de sus antecesores, todo estaba mal y todo estaba echado a perder, nadie era digno de confianza para quienes estaban arribando a las distintas dependencias del gobierno estatal”.

Luego de afirmar que nunca se valoró el esfuerzo de miles y miles de servidores públicos que desde la posición más modesta trabajaron verdaderamente por las y los tamaulipecos, recordó que el gobierno del estado despidió más de 3,500 trabajadores de la salud, “estamos hablando de todo el escalafón, desde doctores, especialistas, enfermeros, nutricionistas, ayudantes de enfermería, personal administrativo, de limpieza y de mantenimiento”.

Destacó que esa medida impactó en todos los niveles de atención en los 43 municipios del estado. “Esto señoras y señores Diputados, fue la primera decisión equivocada y más cuando todos sabíamos de las graves insuficiencias que para entonces ya existían en la atención brindada por el sector salud”.

La consecuencia lógica, dijo, fue que se profundizó el déficit de todos los servicios. Sencillamente, agregó, con menos fuerza laboral, menor sería la capacidad de respuesta. “El lapso de espera del paciente creció de manera significativa, y lo hizo desde lo más elemental: consulta médica, los estudios de laboratorio hasta la cirugía”.

Aseveró que la presente administración del PAN aprovechó las bajas para conformar una estructura administrativa en la Secretaría de Salud, “preparada para simular y para colocar personas de confianza del titular del ejecutivo, quien tiene todavía el verdadero control de la dependencia”.

“El desmantelamiento de la estructura laboral del sector salud se sustituyó, qué paradoja, por un enfermizo afán de privatización. En hospitales y unidades de atención las farmacias y los servicios de laboratorio fueron concesionados. Cuestan más caros al erario estatal y -a pesar de los sobreprecios- no hay medicamento y los servicios de todo tipo en clínicas y hospitales están completamente colapsados”.

Ramos Ordóñez aseguró que en Reynosa ha podido constatar que los hospitales están completamente “tronados. Son numerosas las denuncias de crueldad y negligencia con las que se trata a pacientes y familiares. La gente debe esperar muchísimo tiempo. Para una cirugía, por ejemplo, el lapso es de cinco a seis meses, en el área de laboratorio, diálisis o especialidad tampoco funcionan. No hay medicinas y los pacientes reciben en cambio sólo las recetas que ellos mismos deben surtir con sus propios recursos”.

“Claro, en sus cifras y estadísticas en materia de salud vamos perfectamente muy bien. Pero los verdaderos resultados están a la vista de todos, contradicen sus cifras en la Secretaría de Salud, ya que es hoy una de las áreas más cuestionadas por su ineficiencia; por sus altos niveles de corrupción y el manejo discrecional de los recursos”, reprochó el representante popular.

Por eso, afirmó que siempre ha pedido a los diputados que vayan a sus distritos, que bajen a la realidad ciudadana de las calles y las colonias. “Las cifras maquilladas de la administración, nunca les van a dar lo que en verdad sucede en las familias tamaulipecas. Se los digo porque el nivel de salud y la calidad de los servicios que una sociedad ofrece a sus habitantes, describen muy bien lo que en verdad sucede en la sociedad y lo refiere mucho más allá de las cifras”.

Reiteró que en Tamaulipas se adquieren medicinas a sobreprecio y se ofertan servicios gratuitos que no existen. “Claro, no les interesa participar con el gobierno de la República para lograr las compras consolidadas. Se acabaría uno de los negocios más rentables y mientras tanto, no hicieron caso al llamado respetuoso de adherir al estado al Instituto de Salud para el Bienestar. Es más fuerte el deseo de lucrar con el poder público que hacer algo verdaderamente en favor de la gente tamaulipeca”.

Explicó que ahora, a nivel nacional, las medicinas se compran con intermediarios de la Organización de las Naciones Unidas. “Lejos, muy lejos, de lo que pasa aquí en Tamaulipas, donde las personas nos venden en el área de salud, no porque tenga una larga experiencia en el mercado, si no porqué son favorecidos”.

“Y este solo hecho, nos puede servir para obtener una conclusión muy clara: la salud pública les interesa como un negocio. Ese, ese es el problema de la derecha. No entienden el poder público sin que éste vaya acompañado siempre por el lucro y el privilegio. Así, justo en este cuarto año de la pésima administración estatal, de este gobierno panista, la emergencia sanitaria nos agarró con un sistema de salud estatal colapsado, desmembrado y completamente alejado de sus verdaderos objetivos”, reprochó el diputado local.

Condenó que, en Reynosa, el personal de salud que ha tenido que enfrentar la pandemia lo ha hecho sin lo necesario, “sin equipo de protección, sin los espacios en los hospitales que supuestamente fueron preparados para ello. La gente se cansó de pedir ayuda y ya no acude a las instituciones de salud pública a exigir su derecho, su derecho a vivir, su derecho a la salud”.

“Pero como sucedió en aquellas entidades que usaron agua destilada como placebo para sus enfermos, la sociedad les cobrara su negligencia, el lucro que hoy están obteniendo por la privatización de la salud en Tamaulipas. Por ello, esta administración será recordada por un legado histórico de corrupción e ineficiencia y retroceso”, sentenció Ramos Ordóñez.

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