A pesar de sus lesiones, se le niega atención médica

Ciudad de México.- La organización AMNISTÍA INTERNACIONAL (AI), denunció que el ingeniero marino y activista, Nguyen Ngoc Anh, condenado a seis años de cárcel por expresar pacíficamente su desacuerdo con las políticas del gobierno, fue agredido físicamente en la cárcel por otro recluso.
Afirma que a pesar de haber sufrido graves lesiones en la pierna y en la cabeza, se le ha negado todo acceso a atención médica y ha sido puesto en régimen de aislamiento.
Este incidente viene precedido por meses de maltrato psicológico de Nguyen Ngoc Anh por varios presos —incluidas amenazas de muerte diarias— ante la pasividad de los funcionarios de la cárcel, a pesar de estar al tanto de la situación.
Nguyen Ngoc Anh, de 39 años, casado y padre de un niño de cuatro años, es un ingeniero marino que vive en la provincia costera de Ben Tre, en el sur de Vietnam.
En septiembre de 2019, durante la visita mensual a la cárcel por parte de su esposa, Nguyen Thi Chau, Nguyen Ngoc Anh le dijo que su compañero de celda lo maltrataba psicológicamente todo el tiempo, amenazándolo de muerte a diario.
Nguyen Ngoc Anh sospecha que este preso se reúne los viernes con un funcionario para informar sobre él. AI expresa que no es infrecuente que los funcionarios de prisión utilicen a presos para informar sobre otros reclusos, intimidarlos y hostigarlos.
El 11 de octubre de 2019, cuando la esposa de Nguyen Ngoc Anh volvió a visitarlo, le alarmó ver que caminaba arrastrando una pierna, que tenía un hematoma en el cuello y que no podía mover bien el brazo izquierdo.
Nguyen Ngoc Anh le dijo que su compañero de celda lo había agredido. El activista relató que un día de mediados de septiembre, cuando iba a ducharse, su compañero le dio una patada por la espalda con tal fuerza que se golpeó la cabeza contra la pared y cayó desmayado. Después, le retorció la mano izquierda y le dio puñetazos en la cabeza hasta que otros presos intervinieron.
Tras el incidente, Nguyen Ngoc Anh fue trasladado a otra celda, pero ningún funcionario de la cárcel ha acusado recibo de la denuncia que presentó.
Además, a pesar de sus graves lesiones, las autoridades de la cárcel se negaron a permitirle acceder a atención médica, ello a pesar de que la primera de las Reglas Mandela dispone inequívocamente: “Se velará en todo momento por la seguridad de los reclusos, el personal, los proveedores de servicios y los visitantes”.
Cabe recordar que el activista Nguyen Ngoc Anh usó su cuenta personal de Facebook para expresar su opinión sobre diferentes asuntos de Vietnam, incluido el desastre medioambiental de la empresa Formosa en 2016.
En 2018 participó activamente en un debate online sobre un proyecto de ley cuyo objetivo era establecer tres zonas económicas especiales en el país.
A consecuencia de ello, el 30 de agosto de 2018 fue arrestado por las autoridades de la provincia de Ben Tre y acusado en aplicación del artículo 117 del Código Penal por “propaganda contra el Estado”.
Nguyen Ngoc Anh estuvo detenido sin juicio hasta junio de 2019, y al final fue condenado a seis años de cárcel el 6 de julio de 2019.
AI denuncia que en la actualidad hay más de un centenar de presos y presas de conciencia en Vietnam, muchos de los cuales han sufrido tortura y otros malos tratos en la cárcel, tales como acoso, amenazas, intimidación o agresiones físicas.
Las condiciones de detención son duras; Amnistía Internacional suele recibir noticias e informes de familias de personas presas por motivos de conciencia que denuncian una alimentación deficiente, así como falta de atención médica y ropa inadecuada en invierno.
La organización subraya en su denuncia de estos hechos que Vietnam es Estado Parte en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y su Constitución de 2013 también garantiza los derechos a la libertad de expresión de toda la ciudadanía. Además, es Estado parte en la Convención de la ONU contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
Por lo que AI asegura, el gobierno vietnamita tiene la obligación de respetar y proteger el derecho de toda persona que esté bajo su jurisdicción, y en particular de proteger la seguridad y el bienestar de las personas que están bajo su custodia.