La COPODDH denuncia los hechos y pide el cese de los mismos por parte de la autoridad

Tuxtla Gutiérrez Chis.- El Comité Popular en Defensa de los Derechos Humanos (COPODDH), miembro de la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH) denunció los hechos que sus miembros vivieron y conocieron, durante su visita, el pasado 17 del actual, al CERSS número cinco en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas “y que evidencian abusos de autoridad en contra de la presidenta del COPODDH Cecilia López Pérez y de tortura en contra del activista Javier González Díaz”.
Informa la organización que como cada semana, una comisión del COPODDH asiste al CERSS número cinco para visitar y dar seguimiento los temas de salud y los tratos crueles y degradantes en contra de Gonzáles Díaz integrante del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), detenido injustamente en dicho penal desde el día 17 de julio del presente año.
En esta ocasión asistió la presidenta del COPODDH y un integrante más, por lo que la lideresa da a conocer lo siguiente luego de esa actividad:
Hoy 17 de noviembre de 2019, a las 11 de la mañana yo Cecilia López Pérez presidenta del COPODDH junto con otro compañero nos presentamos en las instalaciones de le CERSS No. 5 para hablar con Javier Gonzáles Díaz y documentar su estado de salud y el trato recibido en dicho penal.
En esta visita llevamos una carta impresa en hojas tamaño carta escrita por Geineli Magali González Alfonso hija de Javier González, esta carta es pública puede consultarse en el link: http://fnls.mayfirst.org/spip.php?article2229
Al ingresar en el primer punto de revisión del penal, en la aduana de registro y entrada de visitas, nos recibió una policía de custodios, nos pidió la carta y la comenzó a leer, después de ello se dirigió a mi muy molesta y con una mirada de enfurecida diciéndome “¿Esto vas a pasar?” “¿Por qué?”, su intención era tratar de decir que la carta no podía ser ingresada, sin embargo, insistimos que si podía ser entregada la carta a Javier a lo que respondió “¡después de que salgas de la visita me la pasas a mostrar y también me muestras la respuesta que escriba el preso!
No hay ninguna ley que prohíba que personas de diferentes condiciones y de organizaciones se les prohíba manifestar sus emociones y sentimientos hacia sus seres queridos que se encuentran ingresados en centros de reinserción social, por lo que reprobamos y repudiamos estas prácticas de las autoridades carcelarias en contra de los integrantes del COPODDH y del señor Javier a quien se le quiere negar el derecho de comunicación con sus seres queridos.
Logramos ingresar y con nosotros la carta, llegamos hasta donde estaba Javier quien expresaba en su mirada algo de alegría y nostalgia al mismo tiempo, posterior a ello nos sentamos y comenzamos a platicar.
Al leer la carta que le había enviado su hija se puso a llorar de nostalgia y alegría, después, comenzó diciendo: “solamente dispongo de una hora para atenderlos” ya que debía integrarse a la “Talacha” trabajos forzados a la que es sometido.
¿En qué consiste la “Talacha” es los penales”, se aplica como un tipo de castigo para quienes no pagan su ingreso, consiste en trabajos forzados, en tratos crueles y degradantes.
El activista a pesar de los riesgos que ello implica, pidió a la lideresa que hiciera pública su siguiente declaración sobre el trato inhumano y degradante que recibe en el penal:
Me dan la orden de platicar con ustedes y cualquier visita solamente una hora, aquí, ahora me tienen vigilado todo el tiempo, me preguntan ¿quiénes son las personas que te visitan?, me amenazan de que no diga nada de lo que aquí vivo porque si hablo me pueden golpear y castigar más.
Siento coraje, el 12 y 13 de noviembre vino una doctora psicóloga, pasé a una valoración psicológica con ella, ahí expresé lo actos de tortura a la que fui sometido durante y después de mi detención injusta,
En la valoración tardé un buen rato, y sólo por esa situación el “jefe de la Talacha” junto a 4 hombres más me agarraron y me metieron en un tanque de agua por varios minutos, después de sacarme no me permitieron cambiarme, la ropa se secó en mi cuerpo. Esa misma tarde me golpearon.
En una ocasión estaba en el baño, cuando de repente escuché que el jefe de los talacheros estaba golpeando a un preso, me acerqué y le dije que lo soltaran, que ya no lo golpearan más por favor, a lo que ellos me respondieron, “me vale verga lo que digas, aquí se hacen las cosas como yo diga y si quieres también te podemos partir la madre ni creas que me da miedo tu organización, le neta tu organización a nosotros nos vale verga me vale verga tu organización”, a eso respondí – no puedes decir eso mi organización es muy solidaria y no estamos manifestándonos por capricho sino por una necesidad. Esa misma noche como venganza me bañaron con agua fría.
Diario tengo que trabajar en la “talacha”, me tienen amenazado, si no hago ese trabajo me pueden golpear, por eso solicito mi pasé a la celda en la que estaba anteriormente.
La amenaza en este momento a mi persona es cada vez más constante, solo por el simple hecho de no haber pagado el dinero que me estaban pidiendo, pero yo sé que también es por mi lucha y manifestaciones en contra de este gobierno que reprime al pueblo.
Yo no tengo delito soy inocente solo que el Estado me quiere tener en la cárcel y viviendo una situación inhumana dentro del cárcel. Sigo firme, y sé que la gente de afuera están consiente en nuestra lucha.
Ante estos, hechos, la lideresa de la COPODDH , expresa su más profunda preocupación y pide al director del Penal y al Fiscal General del Estado, que detenga la tortura y los tratos inhumanos en contra del activista González Díaz, además de exigir respeto hacia los integrantes de su organización.
López Pérez puntualizò que documentar las violaciones a los derechos humanos no es un crimen ni un delito, “es un trabajo necesario para detener los oprobios en contra de todo ser humano, esa es nuestra labor como centro de derechos humanos, por lo que, la actitud de los funcionarios carcelarios sólo expresa un abuso de autoridad propiciada por los propios directivos, que en vez de abonar a detener las violaciones a los derechos humanos crean un clima totalmente a la inversa, es decir, de violación sistemática de los derechos humanos”.